Leider, ich bin zurück nach Stuttgart

Después de estas merecidas vacaciones (y no me refiero a las que se ha pegado el blog) estoy, como dice el título, de vuelta por Stuttgart. Y estar de vuelta significa trabajar y, aunque estoy a gusto con lo que hago, no es muy agradable tener que levantarse a las 6.30 cada mañana. Pero bueno, supongo que es lo que me espera durante unos cuantos años.....(¿y el adelanto de la edad de jubilación a los 30 para cuando?).

Estas dos semanitas por Madrid, han sido de los más interesante y, aunque ha habido algunas cosas que no me ha dado a tiempo a hacer, la verdad es que he disfrutado de verdad.

He estado de parranda con mis colegas (Sebas, Edu, Antonio, Javi, Arvidas,....) mientras conocíamos a gente muy maja (Laura, Alba y Gemma), de cuya compañía disfrutamos una "mañana", churros incluidos. Con parte de esta gente añadiendo a Adri y a la para mi anteriormente desconocida Adela, hicimos una visita nocturna a Jesús, y sí, tiramos piedras a su ventana cual amante prohibido.

(Los expatriados en un garito madrileño: Edu, Onio, Antonio y Sebas)

("Haciendo turismo" de madrugada con las simpáticas chicas catalanas: Onio, Laura, Alba, Sebas, Gemma, Antnio, Edu)

También he disfrutado del cine, en las grandes salas con mi hermano y mi cuñado (Soy leyenda y American Gansters), y en casita con la familia (Nueve Reinas). Ya casi se me había olvidado lo que es ver películas en castellano.

La música no ha faltado estos días con ese gran conciertazo de Fito y los Fitipaldis al que fui con mi hermano, Ton y su hermano. Aunque realmente solo Juan (mi hermano) y yo estuvimos en pista. Eso sí, lo de aparcar sigue siendo infernal por Madrid.

Aun estando de vuelta, ha habido tiempo para el turismo en forma de una escapada a Ávila con los amigos de Stuttgart. Aunque más bien fue turismo grastronómico porque menuda comilona nos metimos para el cuerpo, chuletón incluido.

El deporte ha tenido su hueco con el disfrute de un partido, emocionante al final, de los dos últimos clasificados de la ACB, el Estudiantes y el León. Gracias Pablo por el préstamo de esos abonos.

He disfrutado también de mi familia de diversas formas, han cocinado para mí, he cocinado para ellos, hemos salido por ahí lo hermanos,... jeje. He tenido la oportunidad de enseñarle algunas cosillas a mi sobrinito y de que me reconozca en persona y no solo en fotos. Lo más curioso, les estoy enseñando a comer. Fueron reacios al principio y casi nadie quería ir, pero me los llevé a un restaurante coreano y la cosa gustó bastante.

Supongo que comprenderéis porque tengo tan pocas ganas de volver a la rutina alemana, al trabajo, etc... Y, no sé, estas dos semanas han hecho que las probabilidades de que vuelva a Madrid cuando acabe mi periplo alemán aumenten un poquito (pero no os alarméis que estaban tan bajas que este aumento no es representativo).

No tengo apenas fotos, puesto que no llevé la cámara, así que espero que la gente aquí mentada (de forma genérica o específica) me la haga llegar.